Pañuelitos de papel, en un paquete, en el tacho de basura. El pelo mojado. Mi hermano al lado preguntando "Es 'El Bordo' o 'El Gordo'?" con el cd en la mano. Olor a sahumerio de vainilla. Un caramelo para la garganta en la boca, antibiótico, tuti frutti. A mi izquierda, una montaña de ropa. A mi derecha, fichas de periodismo, comunicación social y gestión; resaltadores de todos colores. Ivan Noble suena a través de los parlantes de la netbook. Pausa. Gotitas que caen en el techo. Frío, pero no me importa porque me tapo con una manta que me regalo mi vieja.

Mañana empieza mi semana de mayo. Tengo una tonelada y media de cosas para leer, no jodo. No me importa, me puse la idea de "levantar la pata del acelerador" como me dijo Marisú, haciendome entender que si no paro un toque me voy a pasar de rosca. Al margen, no sé que me pasa en estos días, estoy contenta, recibí un par de noticias felices(7 en lengua, 7 en visual, entre otras), tengo ganas de hacer muchas cosas. Lo sé, estoy loca.